Factores Externos que Afectan la Hidratación de tu Piel en Invierno.
- Dermatología Monterrey

- 14 ene
- 3 Min. de lectura
El invierno no solo afecta el clima, también tiene un impacto directo en tu piel. Aunque le pongas el mejor hidratante del mercado, los factores externos pueden arruinar tus esfuerzos si no tomas medidas para protegerla. Desde la ropa que usas hasta el ambiente en el que vives, todo cuenta. Aquí te explico cómo los factores externos más comunes afectan tu hidratación y qué puedes hacer para contrarrestarlos.
Ropa inadecuada en invierno: cómo elegir tejidos amigables con la piel
¿Sabías que la ropa que usas puede ser un factor decisivo en la salud de tu piel? Los tejidos ásperos o sintéticos pueden irritarla, causando enrojecimiento y hasta empeorando la resequedad típica del invierno.
Lo que necesitas:
Elige prendas de algodón o fibras naturales, que son más suaves y permiten que tu piel respire.
Si necesitas usar ropa térmica o de lana, asegúrate de que tengas una capa de algodón entre estas telas y tu piel. La lana puede ser especialmente irritante para quienes tienen piel sensible.
El error a evitar:
Usar ropa demasiado ajustada que no permita la circulación del aire. Esto puede causar acumulación de sudor y empeorar problemas como irritaciones o brotes en pieles sensibles o propensas al acné.
Cambios climáticos: protegerse de viento, nieve y frío extremo
El frío extremo y el viento fuerte no solo te hacen temblar, también afectan directamente tu piel al debilitar su barrera protectora. Esto provoca que pierda humedad más rápido, dejándola seca, enrojecida y, en algunos casos, agrietada.
Lo que necesitas:
Usa protectores faciales (¡y no hablo de mascarillas!). Una bufanda o un gorro pueden ayudar a cubrir tu piel del viento.
Invierte en un hidratante más denso durante el invierno para crear una capa protectora contra los elementos.
No olvides aplicar protector solar. Aunque no lo creas, el reflejo de la nieve puede intensificar los rayos UV.
El error a evitar:
Salir sin ninguna protección en el rostro. Si vas a exponerte al frío extremo, usa bálsamos labiales y cremas específicas para pieles que enfrentan bajas temperaturas.
La calefacción: cómo contrarrestar sus efectos
Nada como llegar a casa, encender la calefacción y sentir el calor reconfortante… hasta que notas que tu piel está más seca que nunca. La calefacción, aunque necesaria, reduce significativamente la humedad en el ambiente, lo que puede dejar tu piel tirante y deshidratada.
Lo que necesitas:
Coloca un humidificador en tu casa o lugar de trabajo para mantener los niveles de humedad en el aire.
Asegúrate de hidratar tu piel después de cada ducha y antes de exponerte a ambientes calefaccionados.
Bebe suficiente agua, porque la hidratación interna también es clave.
El error a evitar:
Subir la calefacción al máximo. Además de hacer que tu piel sufra, no es bueno para tu bolsillo (ni para el medio ambiente).
Un consejo final para el inverno
Proteger tu piel en invierno no se trata solo de aplicarte cremas, sino de entender cómo los factores externos afectan su salud. Desde lo que usas hasta el ambiente en el que te encuentras, todo juega un papel importante en mantenerla hidratada y saludable.
Si tienes dudas o necesitas ayuda para elegir los productos correctos, agenda una consulta. En mi clínica en Monterrey, estoy para ayudarte a enfrentar el invierno con una piel bien cuidada y feliz. Y recuerda: lo único que debe estar seco en invierno es la leña para la chimenea, ¡no tu piel! 😉






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